Hace tres semanas se estrenó la segunda temporada de «Mask Singer» en Antena 3, el programa revelación del 2020, y aunque esta edición está siendo mejor incluso que su antecesora no esta teniendo la misma acogida.

Y es que el programa cosecha una media del 15% share frente al 23% de la primera edición; diez puntos por debajo que nos lleva a hablar, en términos objetivos, de fracaso. Cabe decir que la edición este año se ha enfrentado al hueso duro de roer de «Supervivientes» lo que ha podido resentir en sus audiencias.

No obstante, teniendo en cuenta que España se compone de 41 millones de personas no podemos basar todos los éxitos de un programa de televisión en 4.000 audímetros. Esta edición ya es un éxito de por sí al conseguir reinventarse y ofrecer un espectáculo mejorado respecto a la última entrega. Lo analizo:

Un casting que te deja helado

Si el año pasado una de las cosas que mas nos defraudó fue el casting. un casting que prometía mucho y se quedó en nada. En cambio este año parece ser uno de sus mayores reclamos. La Toya Jackson, Isabel Preysler o la mismisima Esperanza Aguirre fueron las primeras máscaras descubiertas, ¿que más nos queda por ver?. El listón está muy alto y lo agradecemos enormemente.

Pistas ambiguas que aún no identificamos

En la pasada edición ya sabíamos quién se escondía detrás de cada máscara en su primera semana (las pistas estaban a un click) con lo cual perdía el interés conocer nuevas pistas pues ya sabíamos de quién se trataba. En esta ocasión las pistas están siendo tan ambiguas y complejas de encontrar que tres semanas después seguimos sin tener la mínima intuición de la identidad de las máscaras; dando así más emoción y ganas de seguir viendo el concurso.

Jurado mas suelto e integrado con el formato

Tanto los Javis como Mota conocen mejor el programa y su repercusión que la primera vez por lo que se les nota más integrados en éste y menos sobreactuados. Pero es que hasta Paz Vega con su primera aparición podría decirse que lleva toda la vida ahí. Todo esto permite que el jurado entre facilmente al espectador y se le haga el programa mas llevadero. ¡Gracias!

Mejoras en el escenario

Pero no solo esto, a nivel visual el programa también está siendo una maravilla. Con un escenario aparentemente más amplio (ni jurado, ni presentador, ni participantes se pisan unos a otros) y unas máscaras mucho más sofisticadas la sensación visual que se genera en el escenario es tan limpia que solo genera alegría y ganas de estar pegado al televisor. La realización de Fremantle es increíble, las cosas como son.

Mayor velocidad

Si el año pasado se echaba en cara la duración del programa, este año dura lo mismo pero se hace menos largo, quizá porque funcionan los puntos anteriores. Eso sí, quitaría el Hormiguero para que empiece antes sumado a algún que otro anuncio. No es entendible que un programa familiar empiece a las 23h y termine a la 1 de la mañana.

Estas son algunas de las características que delimitan el éxito de esta segunda temporada de Mask Singer. Si es que está claro que hay veces que segundas partes siempre fueron buenas. Porque a veces el éxito está en las pequeñas cosas.

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